Las intensas lluvias y fuertes vientos que azotaron buena parte del país en días recientes dejaron a muchas comunidades incomunicadas, con vías bloqueadas por derrumbes, puentes colapsados y numerosas viviendas dañadas. Al menos diez estados resultaron afectados por este mal tiempo, con duras consecuencias para la población residente en las zonas impactadas por estas tempestades.
Sin embargo, frente a los embates de la naturaleza, se impuso la solidaridad de nuestra gente. Fue admirable observar cómo los propios miembros de las comunidades afectadas se organizaron de inmediato para auxiliar a los damnificados, mientras que desde otras zonas menos perjudicadas miles de ciudadanos se movilizaron para llevar alimentos, medicinas y asistencia. Ante las dificultades de transporte, las motocicletas desempeñaron un papel crucial para hacer llegar ayuda humanitaria y trasladar al personal de apoyo necesario para atender a los heridos y afectados por las inclemencias del tiempo.
La solidaridad ciudadana se hizo evidente en todo momento, con una destacada participación tanto de instituciones públicas como de organizaciones privadas, que se volcaron en brindar asistencia a las comunidades afectadas. Es importante resaltar el valioso rol desempeñado por empresas privadas, la Cruz Roja, Cáritas y el Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas, cuyo apoyo fue clave para atender las necesidades de los ciudadanos en esta emergencia.
A pesar de las múltiples dificultades causadas por las lluvias y los vientos, se impuso el gentilicio venezolano, reflejado en la masiva participación ciudadana en favor de las comunidades afectadas. Este espíritu reafirma la solidaridad como uno de los valores más destacados de nuestra sociedad, demostrando, una vez más, que en los momentos más difíciles el pueblo venezolano se crece en apoyo mutuo.
Vicente Brito
Presidente
Red por la defensa al Trabajo, la Propiedad y la Constitución.