
La Armada de Estados Unidos está enviando ocho buques de guerra a las aguas del Caribe y el Pacífico cerca de varios países de Centroamérica y Sudamérica, una importante concentración de buques militares estadounidenses en una región que rara vez ha visto una presencia tan numerosa de buques militares estadounidenses, y una medida que ha intensificado las tensiones con la vecina Venezuela.
Los buques forman parte de una «operación antinarcóticos reforzada» para llevar a cabo misiones de interdicción de drogas en Latinoamérica, según declaró un funcionario de defensa a The Washington Post, quien habló bajo condición de anonimato para proporcionar detalles que aún no se han hecho públicos. La medida se produce semanas después de que funcionarios de la administración Trump anunciaran que están evaluando planes para el uso de la fuerza militar contra los cárteles de la droga en lo que constituiría una importante escalada de la intervención estadounidense en Latinoamérica.
En total, tres destructores, dos buques de desembarco, un buque de asalto anfibio, un crucero y un buque de combate litoral se encuentran en la región o en camino. Los destructores transportan destacamentos de la Guardia Costera estadounidense y agentes del orden a bordo, quienes realizarían detenciones o arrestos en el marco de la interdicción de drogas.
La noticia de un posible aumento de buques de guerra en la región ha suscitado sospechas de que Estados Unidos podría emprender acciones militares contra Venezuela, un adversario estadounidense cuyo presidente, Nicolás Maduro, está acusado por la administración Trump de dirigir un cártel de la droga. Este mes, Estados Unidos aumentó la recompensa por la captura de Maduro por segunda vez este año, duplicándola de 25 millones de dólares a 50 millones de dólares. Maduro y sus funcionarios han anunciado la movilización de 15.000 soldados a la frontera con Colombia para «garantizar la paz en la zona» y han llamado a los venezolanos a alistarse en las milicias para «combatir al imperio».
La Armada no especificó dónde operarán exactamente los buques, salvo que están patrullando el Caribe y a la espera de órdenes más específicas. Los destructores «no están frente a las costas de Venezuela», afirmó el funcionario. Un portavoz de la Casa Blanca no respondió a preguntas sobre el aumento de la presencia estadounidense en la región.
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