
Un helicóptero de la misión de paz de la Unión Africana (UA) en Somalia en el que viajaban ocho personas se estrelló y causó una explosión este miércoles en el principal aeropuerto del país, en la capital, Mogadiscio, confirmaron las autoridades, si bien todavía no se conoce el número de víctimas.
«La situación está bajo control. La pista está despejada y en pleno funcionamiento, los vuelos pueden aterrizar y despegar con normalidad», declaró el director de la Autoridad Civil de Aviación, Ahmed Macalin, a la estatal Agencia Nacional de Noticias Somalí (SONNA, por sus siglas en inglés).
En imágenes difundidas en redes sociales, se puede ver una enorme columna de humo negro elevándose desde el Aeropuerto Internacional Aden Adde, que se encuentra junto al recinto donde tienen sus oficinas las Naciones Unidas, embajadas extranjeras y organizaciones internacionales, conocido como Zona Verde.
En este complejo viven funcionarios de la ONU, diplomáticos, espías (extranjeros y somalís), contratistas, guardaespaldas y militares. Asimismo, alberga la Misión Europea de Entrenamiento del Ejército de Somalia.
Según reportan la SONNA y otros medios locales, el helicóptero pertenecía a la Misión de Apoyo y Estabilización de la Unión Africana en Somalia (AUSSOM), que ayuda al Ejército del país en la lucha contra el yihadismo, especialmente contra el grupo terrorista Al Shabab.
La aeronave había despegado desde la base aérea militar de Balidoogle, a unos noventa kilómetros al noroeste de Mogadiscio, y causó al estrellarse un gran fuego, que fue apagado por los equipos de emergencia.
La autoridades no han revelado, de momento, las causas del accidente.
La AUSSOM -integrada por tropas de Uganda, Yibuti, Kenia, Etiopía, Egipto y la propia Somalia- sustituyó el pasado enero a la Misión de Transición de la UA en Somalia (ATMIS), que se incluye en una lista de sucesivas misiones de la organización panafricana.
Al Shabab, grupo afiliado desde 2012 a la red terrorista de Al Qaeda, comete frecuentes atentados en Somalia para derrocar al Gobierno central -respaldado por la comunidad internacional- e instaurar un Estado islámico de corte wahabí (ultraconservador).
Al Shabab controla zonas rurales del centro y el sur de Somalia y ataca también a países vecinos como Kenia y Etiopía.
Somalia vive en un estado de conflicto y caos desde 1991, cuando fue derrocado el dictador Mohamed Siad Barre, lo que dejó al país sin gobierno efectivo y en manos de milicias islamistas y señores de la guerra.
EFE